La funcionalidad de las reglas Incoterms, unida a su reconocimiento en el ámbito internacional, las han convertido en un instrumento clave para el comercio nacional e internacional, puesto que acotan las obligaciones aparejadas a cualquier contrato de compraventa, al abordar cuestiones tan distintas como la entrega de la mercancía y la transmisión del riesgo que se deriva de su transporte marítimo o multimodal, la concreción de la parte que se ocupará de contratar y pagar el transporte en cada una de las fases de la cadena logística (o en su conjunto), la determinación de los actores que se responsabilizarán de asumir las obligaciones derivadas del paso de la mercancía por los despachos aduaneros (en el caso de que esta formalidad sea requerida), las claves para una correcta cumplimentación y presentación de la documentación relativa a la compraventa, etcétera.
Definir claramente derechos y obligaciones contribuye a incentivar las relaciones comerciales (especialmente aquellas que se producen entre organizaciones radicadas en países con regulaciones diferentes), puesto que, al delimitarlos, se propicia que las partes implicadas en el proceso de compraventa sigan unas mismas reglas de juego; y esto contribuye, a su vez, a minimizar posibles desconfianzas, incluso en aquellos casos en los que los transportes sean especialmente complejos y extensos dentro de la cadena logística o en los que las especificaciones del país de destino sean muy concretas.
La utilización de las Incoterms 2020 favorecerá, por tanto, una mayor claridad en las transacciones que se celebren en el mercado nacional; pero sus ventajas serán aún más evidentes si se apuesta por el comercio exterior, al contribuir:
- Al aumento de las ventas, propiciando el acceso de todo tipo de empresas, independientemente de su envergadura, a nuevos mercados internacionales.
- Al crecimiento de las economías de escala, favoreciendo una mayor eficiencia en el uso de los recursos disponibles.
- A la diversificación de los riesgos vinculados a operar en una zona concreta, permitiendo a las empresas utilizar un lenguaje común y propiciando, con ello, que las compañías con vocación internacional dejen de ser rehenes de la evolución económica del área en la que tradicionalmente hayan centrado su proceso de internacionalización
- A acrecentar la competitividad de las empresas en su mercado nacional, en el que podrán poner en práctica todo lo aprendido en el internacional.
- A alargar el ciclo de vida de los productos, acercándolos a nuevos destinos en los que se esté iniciando su demanda; y a llegar a más segmentos de mercados, atendiendo a la evolución de distintos mercados.
- A acceder a una mayor red de proveedores, favoreciendo con ello la competitividad de la empresa.
- A comprender y a aprovechar las ventajas de un mercado global.
En cualquier caso, para beneficiarse del uso de Incoterms, es preciso elegir el adecuado a los intereses particulares que, en cada momento, pueda tener la empresa. De ahí la importancia de conocer a fondo las obligaciones y los derechos que implicará decantarse por unas u otras.